viernes, 31 de agosto de 2007

Carta de Ename sobre la Interpretación de los Lugares con Valor Patrimonial

PREÁMBULO
Al igual que la carta de Venecia estableció el principio de que la protección de los vestigios materiales de un lugar con valor histórico cultural es esencial para su conservación, hoy en día es ampliamente reconocido por muchos profesionales y otros sujetos involucrados en este campo que la interpretación - es decir, la transmisión del completo significado, así como de los múltiples sentidos y valores de los lugares pertenecientes al patrimonio cultural - es también parte integrante del proceso de conservación.
Si bien un número considerable de cartas, declaraciones y directrices internacionales han subrayado la importancia de una interpretación eficaz y hecha con la necesaria sensibilidad, ninguna de ellas ha definido las pautas y principios básicos para llevarla a cabo.
Por tanto, el objetivo de la Carta de ICOMOS, llamada de Ename, es destacar la función esencial de la interpretación en el marco de la conservación del patrimonio. Esta Carta versa sobre los principios universales de la ética profesional, la autenticidad, la integridad intelectual y la responsabilidad social, así como sobre el respeto y la sensibilización hacia el significado de lo local y su valor cultural, singular e irrepetible.
Esta Carta también trata de impulsar una amplia apreciación por parte del público de los lugares que poseen patrimonio cultural, tanto como centros de aprendizaje y reflexión sobre el pasado, como por constituir, en sí mismos, una fuente local de recursos vitales para el desarrollo estable de una comunidad.
CONCEPTOS
Interpretación es aquella explicación o presentación pública, cuidadosamente planeada, que aborda el completo significado de un lugar con patrimonio cultural, tanto tangible como intangible. Los apoyos multimedia para su interpretación pueden abarcar desde carteles con textos explicativos hasta profesionales que actúen como guías e intérpretes culturales, e incluso sofisticadas aplicaciones de la realidad virtual; pero, sea cual fuere el medio específicamente seleccionado, deberá proporcionar una información sobre el lugar que no resultaría disponible de otro modo. La interpretación debe extenderse, de forma combinada, al tratamiento dado al componente material del lugar, así como a su uso y a las actividades relacionadas con el mismo, con información explicativa sobre las tareas de investigación y las colecciones.
Infraestructura Interpretativa: Se refiere a todas las instalaciones de carácter material relacionadas con la interpretación de un lugar con valor histórico patrimonial. Estos equipamientos pueden incluir medios para facilitar el acceso físico, espacios para la recepción de visitantes y actividades educativas, así como servicios y material de apoyo a la interpretación, tanto dentro como fuera del lugar.
OBJETIVOS DE LA CARTA DE ENAME (A SER ADOPTADA POR ICOMOS )
La Carta de Ename (propuesta para su adopción formal por ICOMOS) pretende establecer unos principios éticos y profesionales para la interpretación del patrimonio por parte de la sociedad, a fin de:
Facilitar al público una comprensión más profunda y generalizada de los lugares con valor patrimonial, y fomentar la conciencia social sobre la necesidad de su conservación.
Proteger la autenticidad y el significado de los lugares patrimoniales a través del respeto a los vestigios materiales originales y su emplazamiento natural y cultural, así como mediante la reversibilidad de las infraestructuras interpretativas y los servicios de acogida a los visitantes.
Dar a conocer los lugares patrimoniales en su más amplio contexto y en las diferentes vertientes que atañen a su significado, tanto de naturaleza tangible como intangible, desde lo local y particular hasta lo universal y general.
Coordinar la presentación de evidencias científicas, debidamente documentadas, sobre los lugares de valor patrimonial, con el reconocimiento de las tradiciones culturales y valores espirituales de la localidad y el respeto hacia los mismos.
Contribuir a la conservación perdurable de los lugares con valor patrimonial, potenciar la calidad de vida de las comunidades receptoras de los visitantes, y fomentar su positiva incorporación al proceso de interpretación.
Mejorar y desarrollar una tecnología y unas técnicas aplicadas a la interpretación del patrimonio que sean adecuadas y viables dentro de su respectivo contexto social, y establecer pautas para la formación profesional.
Reconocer que la interpretación eficaz de los lugares con valor patrimonial en todo el mundo es un instrumento substancial para el intercambio cultural.
PRINCIPIOS DE LA CARTA DE ENAME (PROPUESTA PARA SU ADOPCION FORMAL POR ICOMOS) PARA LA INTERPRETACION.
Principio 1 Comprensión y difusión
La apreciación del patrimonio cultural es un derecho universal. La transmisión de su significado debe ser tan amplia como resulte posible, mediante una interpretación eficaz y mantenida de forma estable, adaptada a un vasto espectro de visitantes y grupos interesados.
La interpretación debe estar dirigida a aumentar la comprensión, por parte del visitante, del patrimonio cultural propio del lugar y la necesidad de conservarlo.
La interpretación debe tratar de estimular a los visitantes a reflexionar sobre sus propias percepciones del pasado y sus relaciones con el lugar. Una interpretación eficaz debe evocar emociones y hechos e inspirar su análisis introspectivo.
La interpretación destinada al público es parte integrante del proceso de conservación. De ser posible, este hecho debe plasmarse en una normativa adecuada y la asignación de partidas presupuestarias para programas de interpretación en todo proyecto público relativo al patrimonio.
En los programas de interpretación del patrimonio debe facilitarse y fomentarse la implicación de las comunidades locales y demás sectores interesados.
La posibilidad de apreciar el patrimonio de cualquier lugar o región en un marco idóneo y respetuoso con la sensibilidad cultural que entraña, es un derecho universal que ha de ser respetado.
Allí donde fuera necesario, no deben escatimarse esfuerzos para asegurar que la interpretación del patrimonio resulte accesible a todos los sectores de población, incluyendo a las personas que sufren discapacidades físicas y a los visitantes con otras necesidades especiales.
Principio 2 Evidencia
La interpretación de los lugares histórico-culturales debe basarse en evidencias científicas, sin excluir el debido respeto a otras tradiciones culturales con las que coexistan.
La interpretación deberá basarse en un estudio multidisciplinar del lugar y sus alrededores e indicar con claridad y veracidad donde comienzan las conjeturas, hipótesis o reflexiones de carácter filosófico. La meta de la interpretación es mostrar el elenco de datos históricos, tradiciones y significados atribuidos al lugar.
La documentación relativa a todos los elementos integrantes de un programa de interpretación debe reunirse y ponerse a disposición de los visitantes e investigadores. Dicha documentación consistirá en informes de contenido analítico y crítico, adecuados a las reglas y recursos locales, en los que se identificarán los fundamentos materiales e históricos de cada elemento empleado en el trabajo de interpretación.
El uso de figuraciones artísticas o de simulación informática deberá fundamentarse en un análisis detallado y sistemático de los restos existentes que incluya datos arqueológicos e históricos, el análisis de los materiales de construcción, los criterios de ingeniería de estructuras, las fuentes escritas y la iconografía. Dichas interpretaciones visuales son meras hipótesis figurativas, y deben ser consideradas como tales.
Las tradiciones culturales y los sentimientos históricos de carácter local forman parte del significado de un lugar con valor patrimonial histórico. La interpretación debe reconocer y respetar la coexistencia de valores científicos y culturales, ya que ambos pueden contribuir a que el visitante consiga una apreciación más rica y profunda del lugar.
Principio 3 Contexto y ubicación
La interpretación de los lugares con patrimonio cultural debe aludir a su más amplio contexto y marco socio cultural, histórico y natural.
El objetivo que persigue la interpretación es explorar el significado de un lugar histórico a través de las múltiples facetas de carácter histórico, social político, espiritual y artístico en las que se enmarca. Deben tenerse en cuenta todos los aspectos relacionados con el significado cultural del lugar y sus valores, sin resaltar el valor de cualquiera de ellos hasta el punto de excluir a los demás.
Es necesario que se respeten y transmitan las contribuciones de todas las épocas al sentido histórico de un monumento. Aunque se ponga énfasis en ciertas etapas o estilos, deben interpretarse todos los periodos, sean éstos más o menos tempranos o tardíos.
La interpretación debe referirse a todas las comunidades y grupos relacionados con la historia de un lugar perteneciente al patrimonio histórico cultural, incluidas las minorías, mujeres e inmigrantes, y no sólo a aquellos que formen parte de la cultura predominante.
La historia del paisaje circundante, el entorno natural y el marco geográfico, forman parte integrante del patrimonio construido y, como tal, deben tenerse en cuenta en la correspondiente interpretación de un lugar.
Los elementos patrimoniales intangibles de un lugar con valor patrimonial, tales como la gastronomía, la música, la danza, las tradiciones culturales y espirituales, la literatura y la función del entorno natural deben ser identificados e incluidos en su interpretación
El significado universal o intercultural de los lugares históricos debe formar parte de su interpretación, de tal forma que proporcione a sus visitantes y residentes un sentido de conexión personal.
De igual modo, aún cuando el patrimonio de un lugar específico, monumento, sitio o región, pueda tener un significado universal, deben tenerse en cuenta y respetarse las costumbres culturales, conocimientos, creencias, actividades y objetos sagrados de las comunidades locales.
Principio 4 Autenticidad
La interpretación de los lugares que forman parte del patrimonio cultural debe respetar su autenticidad y proteger la integridad de su estructura primigenia.
La interpretación debe contribuir a la conservación de la autenticidad de los lugares con patrimonio cultural, mediante la transmisión de su significado, sin recurrir a alteraciones irreversibles de su configuración primigenia.
La interpretación pública de un lugar histórico deberá hacer siempre evidente para el visitante cuáles son los materiales originales auténticos que perduran, e identificar claramente las recreaciones o reintegraciones posteriores de elementos desaparecidos. Los elementos propios de la infraestructura interpretativa que se superpongan a la fábrica original, no causarán daño a ésta podrán distinguirse fácilmente.
Si un programa de interpretación implicase la introducción de nuevos materiales, o cambios que afecten al marco físico en el que se asienta un lugar con valor patrimonial, dichas alteraciones deberán ser reversibles, pudiendo retirarse sin dejar huellas permanentes, para que la evidencia de la autenticidad de los materiales pueda ser reinterpretada en el futuro, de acuerdo con los cambios que puedan aportar los conocimientos y pruebas ulteriores.
La autenticidad constituye una preocupación primordial que atañe tanto a las comunidades humanas como a los restos de índole material. El diseño de un programa de interpretación del patrimonio deberá respetar y salvaguardar las funciones culturales tradicionales y asegurar la privacidad y dignidad de los habitantes locales.
Principio 5 Desarrollo equilibrado
La interpretación de los lugares con patrimonio cultural debe planearse minuciosamente y en armonía con su entorno natural y cultural. Entre las metas principales de cualquier proyecto de interpretación debe contemplarse el desarrollo equilibrado y coherente, desde el punto de vista social, económico y medioambiental.
La implantación y desarrollo de programas de interpretación debe ser parte integrante del plan global de gestión de un lugar con patrimonio cultural. Deberá considerarse en profundidad el impacto potencial de la afluencia de visitantes sobre su significado cultural, características físicas, integridad y entorno natural, así como el bienestar socioeconómico y cultural de la comunidad local.
En el proceso de planeamiento relativo a un lugar, deberán discutirse, desde la fase inicial, planes alternativos al programa de interpretación que permitan evaluar su viabilidad técnica y económica.
La escala, el costo y la tecnología de los programas de interpretación deben adecuarse a las condiciones propias del emplazamiento y a los servicios disponibles. Es esencial que la infraestructura interpretativa esté bien construida, cuidadosamente mantenida, y conservada en buen estado.
Los kioscos, sendas, paneles informativos, y cualquier otro soporte visible destinado a la interpretación deben ser respetuosos con las características del lugar y su entorno, sin dejar de ser fácilmente identificables. La luz y el sonido procedente de cabinas, pantallas y altavoces deberán circunscribirse al área de interpretación correspondiente, de tal forma que no afecten negativamente a los alrededores ni molesten a los vecinos de espacios circundantes. Puede resultar necesario establecer recorridos de interpretación fijos y determinados, a fin de reducir el impacto sobre la integridad espacial del lugar y su entramado físico.
Principio 6 Participación
La interpretación de los lugares con patrimonio cultural debe involucrar a todos los grupos y comunidades implicadas, recabando su activa participación.
En el desarrollo de un programa de interpretación de un lugar con patrimonio histórico cultural, deberán tenerse en cuenta el interés y la colaboración tanto de las autoridades públicas, los propietarios, gestores locales, estudiosos, operadores de turismo e inversores privados, como de la comunidad local, con el fin de conseguir un beneficio mutuo y equilibrado para todos ellos.
El aumento de las cifras de visitantes, o de los ingresos que éstos proporcionan, no podrá constituir el único criterio para determinar el éxito de un programa de interpretación. La interpretación debe estar al servicio de una amplia gama de objetivos culturales y educativos.
Deberán respetarse los derechos e intereses de la comunidad implicada, tanto en el ámbito local como regional, así como los de los propietarios, y los de aquellas comunidades a las que pudiera incumbir el ejercicio de derechos o responsabilidades de carácter consuetudinario sobre el lugar. Todos ellos deben ser contemplados dentro del proceso de planeamiento para asegurarse de que los programas de interpretación no entren en conflicto con las costumbres culturales actuales.
Las actividades de interpretación deben proporcionar beneficios económicos, sociales y culturales que favorezcan de forma equitativa a la comunidad local en todos sus ámbitos, a través de la educación, la formación profesional y el ofrecimiento de oportunidades para se desarrollo económico. Con este fin, se fomentará la formación y la creación de puestos de trabajo dedicados a la interpretación del patrimonio entre los habitantes de la localidad.
Todo programa de interpretación deberá considerarse como un recurso pedagógico y en su diseño se tendrá en cuenta su posible integración en el programa de estudios de las escuelas locales y en los de especiales actividades y eventos, así como la posibilidad de captar voluntarios para participar en programas y campañas de temporada.
La comunidad local deberá estar informada sobre las mejoras y novedades que se produzcan en la interpretación del patrimonio cultural de la localidad.
Principio 7 Investigación, educación y formación
La interpretación de un lugar con valor patrimonial entraña un desafío constante que requiere una labor continua de investigación, formación y evaluación.
La inauguración representa el principio, que no el fin, del proceso interpretativo. El programa de interpretación y su infraestructura se articularán de forma que permitan su continua actualización, ampliación y revisión. Las tareas permanentes de investigación y consulta son primordiales para avanzar en el entendimiento y la apreciación del significado de un lugar con valor histórico-cultural.
Es necesario disponer de programas de evaluación y seguimiento continuos para apreciar la reacción de los visitantes ante los programas de interpretación, así como para valorar el impacto material de su infraestructura y las repercusiones que esta actividad genera, tanto en el entramado histórico de cada lugar como en sus habitantes.
La formación de profesionales calificados en las diversas especialidades vinculadas con la interpretación del patrimonio, tales como restauración, diseño de contenidos, gestión, tecnología, guías de lugares históricos, y educación, constituye un objetivo esencial. Para ello, se deberán definir los planes de estudio oficiales. Igualmente, los programas académicos básicos de conservación del patrimonio deberán incluir en su temario una materia dedicada a la interpretación.
Se deberán organizar programas de formación y cursos para los profesionales del patrimonio y su interpretación, destinados a actualizar sus conocimientos e informales sobre los avances y novedades en dicho campo.
Las técnicas y tecnologías aplicables a la interpretación del patrimonio, se deben impulsar los intercambios periódicos de personal profesional, la cooperación en proyectos piloto, y el establecimiento de un foro internacional para el intercambio de información y experiencias sobre la interpretación del patrimonio.

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